El Cristo de las Batallas de Mosén Rubí, el Niño Jesús Dormido de las Clarisas, la Virgen Dolorosa de Nuestra Señora de Gracia, el Cristo atado a la columna de la iglesia de Santiago y El Grito, de Díaz Castilla, son las piezas seleccionadas.

‘Passio’, la próxima edición de la exposición ‘Las Edades del Hombre’ contará con una pequeña representación de obras abulenses. En total, serán cinco, todas ellas procedentes de la capital abulense, las piezas con las que Ávila estará representada en esta muestra cuyo comisariado ostenta el sacerdote cebrereño Óscar Robledo, actual delegado diocesano de Patrimonio Cultural del Obispado de Ávila.  

Entre las piezas abulenses que a partir del próximo 3 de mayo se podrán ver en esta muestra, destaca la talla del Cristo de las Batallas, atribuida al taller de Luca Della Robbia, que saldrá del convento de Mosén Rubí para exponerse durante estos siete meses en la iglesia de Santiago el Real de Medina del Campo.   

Además de esta pieza, que las dominicas veneran y custodian en su convento, en la sede de ‘Passio’ de Medina del Campo también se podrán ver otras tres piezas, entre ellas, el Niño Jesús Dormido, cedido por las Hermanas Clarisas del Convento de Santa María de Jesús. En este caso se trata de una obra con un gran discurso iconográfico, pues representa la encarnación del Hijo de Dios, que se ha hecho hombre, niño en Belén.  

La iglesia de Santiago el Real de Medina del Campo será también el lugar donde se muestre la Virgen Dolorosa, atribuida a Alonso Cano y cedida por el convento de Nuestra Señora de Gracia, que ya se pudo ver con anterioridad en ‘Testigos’, la edición abulense de ‘Las Edades del Hombre’.

Por último, y como novedad, la sede de ‘Passio’ en Medina del Campo también mostrará una obra de arte contemporánea, en este caso el cuadro El Grito del pintor abulense Luciano Díaz-Castilla, cedido por el propio artista a esta nueva edición de ‘Las Edades del Hombre’. 

Además de las cuatro obras de arte que se expondrán en Medina del Campo, la iglesia de Santiago de los Caballeros de Medina de Rioseco albergará también una pieza procedente de la capital abulense. Se trata de la Flagelación o Cristo atado a la columna, obra atribuida a Fernando Gallego de finales del siglo XV, principios del XVI, procedente de la iglesia de Santiago Apóstol de la capital abulense. Se da la circunstancia, como explican desde el Obispado de Ávila, de que «esta tabla ha sido restaurada en los talleres de Las Edades del Hombre».